El mundo simbólico de las plantas como vehículo de sanación ha estado presente en nuestra historia y en la historia de todos los pueblos. Ha vivido, tal como los seres humanos, mutaciones y resignificaciones a lo largo del tiempo, integrándose al cotidiano humano, tanto las plantas ancestrales autóctonas como las introducidas por medio del intercambio humano.
La serigrafía como soporte artístico, medio de expresión y difusión eminentemente urbano representa dentro de este trabajo el cómplice perfecto para traducir el objetivo de nuestro proyecto: instalar una iconografía de nuestro símbolos vivos.
La experiencia del mundo ancestral de las plantas, sus saberes y poderes que tan imbricadamente están presentes en el imaginario de nuestra ciudad, se hacen hoy de manifiesto en las paredes de Cuenca, nos invitan a jugar con la mirada a reconocerlas en el espacio por medio de afiches, los mismos que nos llaman a consumir, que nos seducen con la publicidad y sus productos, hoy invitan a reconocer a nuestras vecinas más antiguas.
Emblemas de la salud popular, silvestres personajes que pueblan la ciudad y nuestros cuerpos, que se introducen en nuestros jardines, macetas y huertas, que acompañan al rio y el camino a la montaña, que se hacen infusión, ungüento y emplaste.
El proyecto busca difundir e incentivar el conocimiento de las plantas medicinales que crecen junto a nosotros y también a considerarlas como lo que originariamente son, las sanadoras populares.
Una pequeña parte de este saber popular queda sistematizado en esta página web por medio de la breve descripción de las plantas y sus usos medicinales. Para ello, el soporte que ofrecen las redes y los medios de comunicación ha sido vital como puente para unir a las nuevas generaciones y las ancestrales, ambas aportando con sus tecnologías y saberes a la preservación del conocimiento de estos, nuestros símbolos vivos.
Para el alma, el cuerpo, el hogar.
La invitación al reencuentro vecinal está abierta.
Proyecto que busca difundir los sabiduría ancestral de ciudad de Cuenca. Una de las características más bellas de la ciudad es su naturaleza, misma que se encuentra llena de símbolos que crecen y habitan estos territorios de manera silvestre: plantas, ríos, piedras que han sido utilizados históricamente con sentidos sagrados y medicinales. Esta inicativa se ha planteado desde la intención de direccionar mirada del transeunte a los simbolos de nuestra cultura que son parte de la naturaleza y crecen en distintos espacios de la ciudad.
Se ha elegido trabajar en una primera instancia específicamente con plantas medicinales, ya que son ellas las que pueden ser utilizadas por todos para sanar los males del alma y el cuerpo, es con ellas que nos relacionamos y entendemos aquello que tienen para darnos, te invitamos a abrite a este mundo del bien estar.
